Qué hacemos

Con una cámara de alta precisión se obtienen las imágenes del manuscrito. Las instantáneas se imprimen sobre unas placas fotográficas con una sensibilidad extrema, que permiten reconocer todos los matices de color presentes en las hojas del libro original. La captura de imágenes también se puede realizar con cámaras digitales para evitar el proceso posterior.

Con una cámara de alta precisión se obtienen las imágenes del manuscrito. Las instantáneas se imprimen sobre unas placas fotográficas con una sensibilidad extrema, que permiten reconocer todos los matices de color presentes en las hojas del libro original. La captura de imágenes también se puede realizar con cámaras digitales para evitar el proceso posterior.

Para que el facsímil sea lo más fiel al documento original se contrasta el resultado de la impresión con el códice original sobre una mesa de luz a 5.500 grados Kelvin. Todos los matices de colores y del papel base se someten a comparación minuciosamente, respetando incluso las posibles imperfecciones o deterioros fruto del paso del tiempo.

Para la impresión del documento facsímil, se seleccionan los fotolitos definitivos que se asemejan en mayor medida a los pigmentos originales. Las páginas se disponen en cuadernillos de ocho, 16 o más páginas. Algunos documentos se imprimirán a parte para luego añadirlos al libro final mediante manipulado manual.

En libros iluminados por pinturas con metales, como códices y otros libros copiados en monasterios, se emplean técnicas de serigrafía y estampación. Las miniaturas de los manuscritos antiguos se solían decorar con oro líquido, pigmentos de oro, pan de oro y oro bruñido. Para reproducir estos ornamentos, se emplea una lámina de cobre en la que se reproducen en relieve las zonas donde se han incrustado los metales. Entre la plancha y la página se aplica una fina lámina de oro o plata que, al recibir presión y calor, queda adherida al papel.

Este proceso es totalmente artesanal, como en la Edad Media. Se ordenan los cuadernillos plegados a mano, se afianzan en la prensa de impresión y se tienden en un telar donde se cosen manualmente. La encuadernación ha de ser idéntica a la del documento base.

Mediante las técnicas más avanzadas de digitalización fotográfica se escanean los documentos originales a la máxima resolución para su posterior tratamiento y reproducción antes de imprimirlos.

El proceso de impresión de los documentos se realiza en trama estocástica, seleccionando el pergamenate (tipo de papel) primero, para luego iniciar el proceso de termostamping, el troquelado láser y el envejecido de los pergaminos.

Utilizamos las tecnologías más avanzadas de reproducción facsímil. La doble termo estampación de oro y el troquelado láser combinados con la producción artesanal han permitido un resultado de altísima calidad. La reproducción e impresión 3D de imágenes planas nos han permitido replicar con la mayor exactitud medallas y sellos.

Para la impresión del documento facsímil, se seleccionan los fotolitos definitivos que se asemejan en mayor medida a los pigmentos originales. Las páginas se disponen en cuadernillos de ocho, 16 o más páginas. Algunos documentos se imprimirán a parte para luego añadirlos al libro final mediante manipulado manual.

Los documentos se acompañan de un libro de estudio, donde dichos documentos son transcritos y explicados por los historiadores, todo ello dispuesto en orden cronológico.

Están colaborando en la edición de esta obra más de veinte archivos de alrededor del mundo.

Han trabajado en la investigación, el estudio, la transcripción y la redacción: